Tomado de Diario Colatino, Miercoles 17 de junio de 2009
La mayoría de asesores de ex funcionarios areneros, es decir, los llamados “asesores externos”, así como los mandos medios respondieron no sólo a políticas de gobierno, sino a los intereses del ex partido de gobierno, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). De ahí que, nadie debe sorprenderse de que, los que no pusieron a disposición sus cargos, deban ser despedidos, así de simple.
El porqué, sencillo, si esos empleados, que no sólo se pusieron la camiseta de Arena durante los 20, 25 ó 10 años de gobierno, sino que algunos participaron en la campaña sucia, como columnista de los periódicos de la derecha, pagados por el gobierno, o supuestos analistas radiales y televisivos, entre otros, seguro que tratarán de torpedear los planes o la implementación de las políticas del primer gobierno de izquierda.
Y es que, no es lo mismo el empleado o la empleada pública, que el jefe o el empleado de confianza. Es decir, al empleado, o la empleada, el actual gobierno tiene que depositarle toda la confianza, pues, estos harán su labor, porque necesitan de su salario, porque han adquirido una mística en su puesto laboral, y porque conocen lo que hacen.
Por cierto, serán los empleados y empleadas las que deben colaborara con las nuevas autoridades para descubrir los mecanismo ilegales o las irregularidades implantadas por el anterior gobierno para favorecer a unos en detrimento del erario público.
Es cierto que, en tiempos de crisis como la que vive en el país en estos momentos, los despidos de personal son dolorosos, pero, tratándose de jefes o empleados de confianza, por los salarios devengados, muchos de ellos exhorbitantes, seguramente sabrán soportar la crisis. Además, si fueron de confianza, seguramente serán colocados en el sector privado, siguiendo una estrategia de partido.
Por cierto, las declaraciones del presidente del COENA, el expresidente Alfredo Cristiani, y de otras figuras históricas del partido ARENA, ahora el mayor partido de oposición, dejan claro que hará cualquier cosa para, no solo dificultar al primer gobierno de izquierda, sino, para recuperarlo. De ahí que, desbaratar la estructura arenera en el gobierno es casi una obligación del actual gobierno.
