Hablando de entrevistas y encuestas

Tomado de Diario Colatino
Iván C. Montecinos
Mucho se ha criticado a los políticos que optan a un cargo público por la incapacidad que tiene para hacer análisis y planteamientos de altura que reflejen cómo piensan resolver graves problemas que afectan a los salvadoreños, en caso de ganar un cargo cuando se presentan como candidatos en elecciones. Pero pocas veces nos hemos puesto a reflexionar sobre la escasa capacidad profesional de algunos periodistas responsables de manejar programas de opinión, especialmente entrevistas por televisión.
Lo anterior viene a cuenta debido a que el pasado miércoles 29 de octubre, en el programa Ocho en Punto del Canal 33, fue entrevistado el candidato presidencial por el FMLN, Mauricio Funes y más que una entrevista profesional aquello pareció una burda emboscada mediática que tenía como objetivo fundamental sacar de las casillas al entrevistado para hacerlo quedar mal ante la tele audiencia, lo cual no fue logrado ya que al entrevistador se le olvidó que no estaba tratando con “cualquier cinco de yuca”.
El programa se desarrolló en un ambiente de gran tensión en el que el entrevistador desperdició la oportunidad para que el candidato de la izquierda se pronunciara sobre temas muy importantes de actualidad, que en ese momento se estaban discutiendo en el país, como lo era el desarrollo de la XVIII Cumbre Iberoamericana y la grave crisis financiera que está afrontando el mundo y que por lógica impactará a nuestra débil economía, lo que supone un mayor sufrimiento para la población. Contrario a esto, de la cumbre solamente se tocó lo referente a la llegada del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien suspendió la visita aduciendo problemas de seguridad.
Las entrevistas con Funes, en ese programa nocturno de la televisión, son esperadas con cierto morbo, no para escuchar respuestas a preguntas serias de buen contenido, si no para evaluar la forma en que el candidato de la izquierda se va a defender de lo que a todas luces parece un interrogatorio policial al que solo le hace falta los potentes reflectores y un detector de mentiras. En esta ocasión, como en las dos anteriores entrevistas al mismo candidato, ha sido muy evidente la actitud del entrevistador, que hasta cambia su expresión facial, lo cual es acompañado por una evidente locución con cierto grado de agresividad mostrada únicamente cuando entrevista a este personaje o algún otro miembro de la izquierda. Todo lo contrario ocurre cuando el entrevistado es alguien representante de cualquier otro partido con quienes hasta se da el lujo de gastar algunas bromas. Esas entrevistas sí son muy relajadas y sin mayores cuestionamientos. Un buen periodista entrevistador debe mantener su ecuanimidad inalterable sea quien sea la persona invitada.
Pero volviendo al contenido de la entrevista del pasado miércoles, ésta se centró en la reciente encuesta realizada por la Universidad Tecnológica, donde el candidato y su partido FMLN aparecen con una notoria ventaja sobre su oponente del partido de gobierno.
Eso, al parecer no era del gusto del entrevistador, quien trató por todos los medios de encontrar aquellos puntos que reflejaran una menor ponderación en algunas interrogantes como cuando se pregunta que en caso de que Arena pierda las próximas elecciones presidenciales ¿cree que cambiara la política de gobierno de Estados Unidos a El Salvador? Aquí el entrevistador hasta llegó al colmo de “equivocarse” convenientemente tergiversando los datos sobre que un mayor porcentaje opinaba que sí, lo cual fue refutado por el entrevistado quien le hizo ver su error diciéndole que era lo contrario, 47.9 % opinaba que NO y 44.9 % que SÍ.
También fue notoria la tensión cuando el entrevistador pidió la opinión del entrevistado sobre un artículo de opinión escrito por el otrora dirigente guerrillero, radicado en Oxford, Inglaterra, Joaquín Villalobos, en el que cuestiona la autoridad que tendrá Mauricio Funes en un futuro gobierno. Nuevamente esto fue refutado con mucha propiedad y serenidad por el entrevistado quien hizo quedar mal al entrevistador haciéndole ver la poca calidad de su referente.
Para rematar la noche de una mala entrevista, el entrevistador televisivo trató de poner contra la pared a su invitado sobre unas declaraciones emitidas por él, donde hace referencia a las recientes encuestas de los derechistas medios de comunicación las cuales reflejan un pequeño margen de diferencia entre los candidatos de la izquierda y de la derecha; y que según la opinión del aspirante presidencial existe la presunción de que esto sea parte de una campaña que lleve al peligro de un fraude electoral.
Al tocar el tema del probable fraude, el entrevistador puso el grito en el cielo aduciendo que esto es muy peligroso para la institucionalidad del país y lo calificó como parte de una campaña sucia. Todo esta alharaca la hizo el entrevistador sin tener en cuenta una duda razonable, ya que en la encuesta de octubre del IUDOP de la UCA al pedir opinión sobre la transparencia de las próximas elecciones un 55.5 % de los encuestados opinó que habrá fraude contra un 29.4% que dijo serán limpias.
Curiosamente esa noche de la entrevista al hablar de fraude, se comenzó a pasar otro de los torpes “spots” propagandísticos del autodenominado grupo “Fuerza solidaria” donde califica a Mauricio Funes como un manipulador de encuestas en las elecciones presidenciales del 2004. Es muy curioso y llama la atención que justo al tocar el tema de un posible fraude, comience otra versión de campaña sucia.
Para reafirmar esto de la nueva campaña sucia, al día siguiente de la entrevista aparece en un retrógrado periódico matutino, un artículo escrito por otro ex guerrillero que hoy es abanderado de la derecha, quien sostiene el mismo argumento del «spot» publicado por el tal grupo anónimo Fuerza solidaria ¿Sospechoso no?, Dios los cría y ellos se juntan.
Vista así la situación política en nuestro país, todo parece indicar que con la cercanía de las elecciones municipales y legislativas de enero y presidenciales en marzo de 2009, tendremos desde la derecha una campaña electoral donde se conjugarán algunos medios de comunicación, periodistas, articulistas y organizaciones fantasmas afines, todos en función de descalificar al mayor oponente del partido gubernamental y hacerle creer a la gente que la salvación del país está en el continuismo.
Falta por ver sí el electorado que en su mayoría hasta hoy pide un cambio se deje convencer.

“Y ahora escribe” Iván C. Montecinos, periodista y articulista para Diario Co Latino y Raíces.