miércoles, 11 de febrero de 2009

El Salvador: A pesar de todo

Tomado de semanario El Independiente
José Mario Zavaleta
Quienes vivimos en El Salvador, y tenemos la suficiente edad para recordar los tiempos de la detestable dictadura militar y los de “Conciliación” – periodo en que gobernó el Partido de Conciliación Nacional (PCN), para quienes no lo han vivido- podemos hablar con propiedad sobre esa tiranía que se impuso a costa de la represión mas brutal y los escandalosos fraudes.
No pueden sus autores hacernos callar sobre lo que vivíamos en tiempos de campaña electoral y las propias elecciones. Como se trataba al oponente, a sus dirigentes, a sus militantes, todos bajo amenaza, incluso de muerte; en nuestras narices violentaban las reglas, echaban a los vigilantes partidarios antes del recuento de votos so pena de ser vapuleados o asesinados, llenaban a su favor y antojo las urnas electorales en los propios centros de sufragio, o se las llevaban a los cuarteles donde los coroneles apoyaban el “trabajo”.
Muchas lágrimas, decepciones y rabia hubo de expresar esa juventud y demás generaciones que aspirábamos a un país mejor y diferente, el que seguimos soñando en justicia social, salud y educación para todos. Luego llegó el golpe de estado del 79 y después la guerra, la muerte y sus escuadrones, la farsa de la democracia en medio del conflicto de baja intensidad y la alianza de civiles y militares contrainsurgentes; ahí hubo elecciones también, gobiernos con perennes estados de sitio y ley marcial. Por ello con la firma de los Acuerdos de Paz confiamos sería la refundación del estado salvadoreño; pero luego más de lo mismo, que se ha entronizado mientras nos alejamos de la verificación de la ONU de inicios de los noventa; mismo régimen, mismo partido, que para perpetuarse utiliza las famélicas instituciones que le sirven de instrumento a su antojo. La justicia es una farsa para el que no tiene nada o no es privilegiado; la seguridad es una campaña publicitaria contra la delincuencia que es atizada de vez en cuando para asustar a los electores. La Corte Suprema de Justicia se parece cada día más a la calificación que enunció el casi olvidado luchador de los años duros del militarismo, el abogado Luis Alonso Posada, cuando aseguraba a todos lo vientos: “es la prostituta del estado”;la Fiscalía un baluarte de la casa gobernante, la Corte de Cuentas más ciega y mañosa, reducto de las manitas.
Y las elecciones contemporáneas convertidas y publicadas como fiestas cívicas, pero atoradas en el desorden ordenado por interesados en que nos sintamos incómodos y deseosos de salir huyendo o no ir a sufragar, amontonamientos humanos para desesperar al más paciente, centros de votación nada comparables a los aseados, ordenados y estéticos centros comerciales que promueven los mismos que rigen el proceso electoral, votantes obligados al hacinamiento y la inmundicia, transportados como si fueran semovientes en camiones, obligados a grandes desplazamientos, o desplazados a distancia para ganar una plaza. En fin realmente me da vergüenza que mis hijos vean esta democracia y sus procesos electorales convertidos en inmorales batallas, como si no hubiera sido suficiente con las experiencias de los sesenta y setenta. ¿Realmente se sentirán orgullosos los organizadores de esta bazofia? ¿Acaso no sabrán que otros países hermanos nos han superado en orden y eficiencia? En las elecciones de Guatemala y Ecuador, para ejemplo, a las cuatro horas de cerradas las elecciones sus pueblos ya sabían quien era su nuevo presidente. Y lo supieron entre otras formas como quien escribe, a la distancia, porque sus tribunales Electorales cuentan con excelentes sitios de internet accesibles para millones y desde donde fueron eficientemente enterados. Acá se jactan de modernidad y excelencia de las comunicaciones, y la autoridad electoral apenas tiene una página web que nadie puede abrir, donde le es negada la información a la población, y se conforman con esperar el día siguiente que haya datos preliminares que nunca se concluyen. Realmente una vergüenza, pero más que todo, una chambonada bien lograda, porque así les conviene; como a los fiscales desaparecer de los centros de votación mientras los pícaros hacen de la suya, algo como dejar hacer y mirar a otro lado.
¿Qué necesidad tiene un partido poderoso, con recursos sin límite, miles de militantes, medios a su disposición, y el gobierno a su amparo, para necesitar andar acarreando a los campesinos y personas humildes, muchos de ellos analfabetas, que por su responsabilidad y designio les imponen ignorancia, quienes ni su nombre completo conocen, ni cuantos años tienen, mucho menos en que lugar les corresponde ejercer el voto? Los necesitan así para utilizarlos a su antojo.
¿Acaso es necesario para nuestra cacareada democracia y el proceso electoral bendecido por la OEA, utilizar el enorme aparato del partido para inducir el voto en locales computados y apantallantes instalados en la periferia de los centros de voto donde enlistan y corrompen a los ciudadanos traídos del campo a la ciudad, hacer propaganda descarada el propio día de las elecciones ante la incompetencia o complicidad de la autoridad electoral, pagarle cinco, diez o veinte dólares a los votantes para que voten por su partido, darles vales de supermercado, el almuerzo o un refresco, para aprovecharse de la pinche necesidad de quienes menos disfrutan del desarrollo y la riqueza que su modelo económico enuncia? Sinceramente repugnante y nauseabundo pensar que ese es el futuro al que quieren obligarnos. No es posible que ese sea su ideal para seguir viviendo a lo grande y con sus grandes ganancias. No entiendo que crean que no conocemos otras realidades y que lo nuestro no es lo mejor, aunque traten de decir que son unos bárbaros de la eficiencia. Y para colmo, critican a Nicaragua y a Venezuela; pero acá nos basta con lo que vemos, como al presidente del TSE que pareciera que su propósito es hacerse cada vez más detestable; prepotente, creyéndose el listo, el que será eterno e impune de por vida, el virtuoso ejecutor del Plan Maestro, antípoda de cualquier juez o magistrado decente y a quien no le causa la mínima vergüenza mostrarse parcial a su partido.
En fin, aunque digan lo contrario la prensa, el de hoy, el mundo, las televisoras, los “analistas sabios”, la OEA, la ONU, la Santa Sede y todas las representaciones diplomáticas juntas, el procónsul imperial, el presidente, quien sea, esto no para sentirnos orgullosos. Es una trampa favorable para los que quieren perpetuarse, cargando una gran viga, mientras señalan y se escandalizan de la basura de los otros que no comparten su ideología. Y lo real es que es el juego y las reglas ellos los han diseñado, en fragor del conflicto armado, desde que impusieron la constitución del 83, y los miles de códigos y reglamentos existentes y modificados; y es en esa cancha que el pueblo alrededor de un partido hoy se ha resuelto a dar la batalla disputada en condiciones desiguales.
Porque la población decente, la mayoría no acepta el fraude, el desorden, los retrasos, las trampas, lo oscuro y a los pícaros. Pero ahí toca hacerlo mientras no sea cambiado de tajo, en esas condiciones debe de ser; y a pesar de todo ello, hoy se vence al oponente cruel, y se le coloca contra la pared.
Precisamente las elecciones de este 18 de enero son la muestra, todo lo que se ha escrito ha sucedido, no son inventos, y seguramente se me han escapado muchos detalles más; y aun así, se les ha arrebatado la tranquilidad que sentían para usufructuar el poder, transformada en pavor por perderlo. Aún negándole el voto a los salvadoreños en el exterior, y permitiendo desvergonzadamente que hondureños, guatemaltecos y nicaragüenses voten por ellos, se les ha ganado de manera clara, a pesar que no votamos todos, a penas superamos el cincuenta por ciento. Ese cerca de millón de votos logrados por la izquierda son limpios, decentes, conseguidos en buena lid; mientras, la derecha de arena ha necesitado de triquiñuelas para sus resultados. Es de esperarse que para la contienda del 15 de marzo se incremente el caudal de sufragios que debiera expresarse con una mayor diferencia con relación al oficialismo. Y como lo saben, tratan de descalificar todas las encuestas de opinión y las encuestadoras que no les favorecen, por los hechos de San Salvador; pero ahí estamos claros que han intervenido más cosas que el fallo de una encuesta. La realidad es que todas han acertado, se han cumplido las que anunciaban que el FMLN tendrían mas votos y mas diputados, que se les arrebataría Santa Ana, Usulutan, Zacatecoluca, entre otras; que se mantendrían las ciudades del gran San Salvador; que Salgado ganaría en San Miguel y que Arena mantendría las cabeceras Paracentrales, Ahuachapan y Sonsonate. Por ello, lo de la capital es resultado de una suma de factores que luego habrá que analizarse.
Mientras, las tendencias que el pueblo ha creado alrededor de Mauricio Funes no tienen por que reducirse, al contrario, si tomamos en cuenta que en las actuales circunstancias se les ha vencido, seguro es que igualmente se habría ganado con contundencia y en primera vuelta la presidencia de haberse realizado las elecciones este mismo 18 de enero. Como se sabe, las separaron para provocar la dispersión del voto de la izquierda y para Mauricio Funes, pero por la conducta perversa y cínica demostrada por el oficialismo para alcanzar su pírrica victoria, la población se ha sensibilizado mas para reconocer en ellos su verdadera esencia antidemocrática, como siempre lo han sido.

2 comentarios:

Sofía dijo...

Hola Jucumica, tus artículos siempre me resultan interesantes pero he visto que pasan mucho tiempo sin actualizarse. He podido notar que los blogs más fluidos y visitados son aquellos cuyas noticias se actualizan 2 veces por semana, al menos. Bueno es nada más una recomendación seguramente tienes mucho trabajo. Quizá alguien pudiera ayudarte.

Anónimo dijo...

Magnifica opinión de "apesar de todo" sería bueno que estos comentarios se hicieran publicos de muchas formas, ya es tiempo de participar de otras maneras como por ejemplo: pagando campos pagados en la radio, que es el medio más accecible en nuestra zona,los cuales corrieran a cuenta de amigos, vecinos, empresarios que de verdad queremos que hayan cambios en nuestro pais, para que muchos hermanos/as salvadoreños/as salgamos de la ignorancia a que nos han conducido los gobiernos de derecha.Al pueblo tenemos que orientarlo a que piense y analise a la hora de votar por un partido y no que se deje llevar por engaños, miedo o amenazas, como a sido la costumbre de ARENA; que engañan al pueblo poniendo ejemplos de otros paises cuando son ellos los que hacen cosas peores, critican a Chavez de querer perpetuarse en el poder cuando los areneros se han apoderado y perpetuado por más de veinte años de nuestra patria a la cual han sumergido en la crisis económica, la delincuencia y la corrupción, que actualmente estamos padeciendo.
Por esto y mucho más salvadoreños/as este 15 de marzo votemos por el cambio, votemos por MauricioFunes, votemos por el FMLN.