domingo, 14 de diciembre de 2008

Mauricio Funes “No hay otra manera de impulsar los cambios que desde el poder”




Por: Juan Luis Font

Mauricio Funes cumplirá 50 años en 2009. Para entonces, bien podría ser el primer presidente de su país electo por el partido de la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que ha salido derrotada en tres ocasiones consecutivas desde la firma de los Acuerdos de Chapultec que trajeron la paz a ese país. Es un periodista que durante los últimos 17 años, todas las mañanas, ha realizado una entrevista en la televisión. Las encuestas sostienen que Funes lleva la delantera para las elecciones de marzo, pero en su país se desarrolla una campaña que le descalifica y le presenta como una mera cara fotogénica que usa la ex guerrilla para hacerse del poder.

Funes, que hace 10 días estuvo en México reunido con Carlos Slim y Raúl Salinas Pliego, visita Guatemala esta semana para participar en una reunión, presuntamente propiciada por Dionisio Gutiérrez, con empresarios del país.

Se le nota irritado por la campaña que lo muestra como un hombre de paja del FMLN. ¿Está a la defensiva?

– No, lo que ocurre es que todo el tiempo debo responder a las mismas acusaciones de quienes buscan desacreditarme. Le pido a los periodistas salvadoreños que se centren en el debate útil para el país, pero entiendo que cada medio tiene su agenda y enfatiza los aspectos que considera pertinentes.

¿Quién conduce esa campaña de descrédito según usted?

– Arena (la Alianza Republicana Nacionalista), por medio de una organización fantasma que se llama Fuerza Solidaria, un nombre que tomaron de Venezuela. Sólo en octubre, Arena invirtió US$2 millones en publicidad en televisión. El 80 por ciento de esos mensajes estaban firmados por Fuerza Solidaria y eran mensajes de descrédito personal para mí.

¿Ha inhibido esa campaña el debate real en el país?

– El candidato oficial ha decidido que no va a debatir conmigo. Puede no ser ético que yo diga esto, pero mi contendiente no tiene la misma habilidad mía ante un medio de comunicación. Yo he desarrollado esa habilidad por provenir de la televisión, conduciendo debates, entrevistas en profundidad.

¿Qué temas se deberían discutir en un debate político serio en El Salvador?

– En primer plano, la economía familiar. La gran preocupación de los salvadoreños es el costo de vida y la falta de trabajo decente que lleva a entre 400 y 500 personas cada día a emigrar a Estados Unidos, pese al muro, la xenofobia de algunas autoridades estadounidenses y las políticas anti–inmigrantes.

¿Qué propone su campaña para mejorar las condiciones de esas personas?

– Mayores niveles de inversión privada, que se vea a El Salvador como una plaza atractiva para invertir.Mencione una idea concreta para conseguir esto.– Garantizar la seguridad física. Un inversionista guatemalteco no querrá venir a El Salvador si acá asesinan entre 10 y 12 personas cada día, si se mantienen los secuestros y las extorsiones.

¿Cómo va a lograrlo?

– Depurando la fuerza policial, incrementando el presupuesto de la Policía. Los agentes están mal pagados y no tienen equipo.

¿Cuánto gana un policía salvadoreño?

– En promedio, US$300 al mes. Debería ganar entre US$450 y US$500. Eso supone una erogación importante para el Estado pero hay manera de conseguir ese dinero.

¿De dónde?

– De combatir el contrabando, la evasión y la elusión fiscal. Se podría obtener entre US$500 y US$600 millones al año. Además, la reforma tributaria que llevó a cabo el presidente Antonio Saca ha traído más fondos al Estado. Yo no planteo aumentar impuestos ni incrementar las tasas impositivas actuales, pero hay que cerrar los portillos a la evasión y terminar con los privilegios fiscales. Lo que nos da más problemas es la evasión del pago del Impuesto sobre la Renta. Se calcula que tenemos entre un 36 y un 42 por ciento de evasión en este tributo. Hay un problema de debilidad del aparato del Ministerio de Hacienda para fiscalizar e ir a los grandes evasores. Eso toca fibras sensibles, que es lo que no ha querido hacer este Gobierno.

Las reformas de las que habla en seguridad o en el plano fiscal requieren de técnicos capacitados. ¿Posee el FMLN esos cuadros?

– Yo no formularía esa pregunta.¿Por qué tiene que tener el FMLN esos cuadros? El gabinete no se va a integrar con cuotas partidarias. El gabinete se integra con personal idóneo, probo y con vocación de servicio público.

¿Aunque provenga del sector privado?

– Del sector privado o de las universidades o de otros partidos. Este no es un problema de ideologías. La economía se maneja con realismo y racionalidad y el FMLN lo ha entendido y yo lo he entendido.

¿Lo entiende el FMLN?

– El programa del anterior candidato ya fallecido Schafik Handal, comenzaba la parte política monetaria con la promesa de poner a circular nuevamente el Colón. Eso era casi un dogma de fe. Los técnicos me han demostrado que el costo de desdolarizar la economía es mayor que el de mantener el dólar, pero con medidas complementarias que permitan reducir los impactos negativos que ha tenido en algunos sectores.

¿Y cuánto le costó ganar ese debate interno en el FMLN?

– Cuando asumí la candidatura ese era un debate que ya se venía produciendo y lo único que hice fue empujarlo. Ya algunos diputados del FMLN ajustaban su discurso a la realidad. Porque de lo que se trata finalmente no es de ajustar la realidad al discurso. Mi candidatura responde a ese esfuerzo de realismo político y de pragmatismo.

¿Su candidatura no responde a una necesidad urgente de ganar las elecciones?

– Es que una cosa no excluye la otra. El FMLN necesita ganar las elecciones porque se ha definido como una fuerza impulsora de los cambios y no hay otra manera de impulsarlos que desde el poder. Otra cosa es que con su pregunta uno infiera que el FMLN quiere ganar las elecciones para hacerse del poder y desde ahí darle un giro al país, como quiere meterle en la mente a los salvadoreños esa campaña de descrédito.

¿Puede convencer a un incrédulo?

– En toda América Latina, al que se elige es al presidente, no al partido. Somos regímenes presidencialistas. El presidente tiene una importante cuota de poder, el suficiente para imponer y generalizar un liderazgo diferente. Como partido de gobierno el FMLN cae en la cuenta de que la economía se maneja de forma diferente a como se piensa desde la oposición. Muchas banderas sociales, los cambios que se proponen, son inviables sin la estabilidad macroeconómica.

¿Cuáles son esos cambios sociales que se tienen que producir?

– Hay que aumentar la asignación presupuestaria a la salud y la educación. Llevar el gasto en salud a un tres por ciento con respecto al PIB y la educación al cinco por ciento. Ahora estamos por debajo del promedio latinoamericano.

¿Qué cambiará en la educación pública si logra ese incremento?

– Mejorar el recurso humano. Dejar de vendernos como el país que atrae inversión porque paga los salarios más bajos y hacerlo como el país que cuenta con una mano de obra calificada, competitiva. Nuestra escolaridad en zonas rurales no llega ni a cuatro años de estudio.

En América Latina en general cuando se incrementa el presupuesto de educación, la mayor parte de este aumento suele ir para mejoras salariales a los maestros por razones de clientelismo político y muy poco para mejorar la calidad de la educación del niño.

– Nosotros no tenemos que actuar con ese criterio. No quiero decir con ello que los maestros no deban ganar mejor, pero hay que invertir en infraestructura y capacitación. Además, necesitamos la universalización del idioma inglés y el uso de computadoras.

El tipo de proyectos que propone hacen pensar en una izquierda semejante a la del presidente Lula en Brasil o a Bachelet en Chile. ¿Se identifica con ellos?

– Me identifico con la izquierda que ha sido eficiente en la solución de los problemas económicos y sociales de sus respectivos países. El presidente Lula en su segundo mandato ha sacado de la pobreza a 23 millones de brasileños y ha elevado la renta de estas personas a US$300 al mes.

Lo ha logrado en parte gracias a las transferencias económicas condicionadas, que en El Salvador ha puesto en práctica el partido de gobierno de su contendiente, Arena.

– Sí. Yo estoy de acuerdo con mantener ese programa que en el gobierno del presidente Saca se llama Red Solidaria. Pero buscaría ampliarlo más allá de los 100 municipios más pobres en donde funciona ahora. El programa no debe llegar sólo al área rural. Hay que ampliarlo a los municipios urbanos más pobres y no limitarlo sólo a las transferencias monetarias sino garantizar empleo y proveer servicios.

¿Le preocupa la codependencia que se establece entre quien recibe estos fondos y el Estado?

– No hay otro camino para enseñarle a los pobres a pescar en lugar de darles únicamente el pez.

Sí hay otro camino pero es más largo. Se trata de dotar de calidad a la educación pública.

– Pero es esencial resolver el problema inmediato. Hoy, con el incremento de los precios de los alimentos, se profundizó la pobreza, especialmente la pobreza rural. Ese incremento de la pobreza se dio a pesar de la Red Solidaria y de las remesas. Recibimos, en relación al PIB, más remesas que cualquier otro país de la región.

Un gobierno suyo, ¿mantendría la relación privilegiada que El Salvador tiene con Washington?

– Tengo que hacerlo. Ahí vive la tercera parte de los salvadoreños. Pero eso no significa que yo deba mantener las tropas en Irak.

¿Va a retirarlas?

– Por supuesto.

¿Y va a restablecer relaciones diplomáticas con La Habana?

– Por supuesto.

¿Y va a sumar a su país al ALBA como Honduras y Nicaragua?

– No. Esa pregunta está en otra dimensión. Retirar las tropas de Irak es una exigencia nacional, que además nos lleva a erogar recursos que podríamos destinar a otros fines, como llevar médicos y odontólogos a la población que lo requiere, construir caminos vecinales. Yo no me trago la píldora de que el TPS se renueve a cambio de la permanencia de las tropas en Irak. También Honduras y Nicaragua tienen TPS y no enviaron tropas. El TPS se renueva porque los salvadoreños representamos una fuerza productiva de la que Estados Unidos no puede prescindir.

¿Aventuraría entonces una respuesta sobre por qué a los guatemaltecos no se les otorga ese mismo estatus?

– No, no aventuraría una respuesta. Habría que ver qué significa para Estados Unidos la presencia de guatemaltecos allá.

¿Y el ALBA?

– Los países que han buscado el ALBA, y Honduras más concretamente, lo han hecho porque han ido a tocar las puertas en busca de financiamiento, al BID, por ejemplo y le han ofrecido una línea de crédito de US$10 millones. Hugo Chávez le ofrece US$300 millones. Pero yo no voy a formar parte de ningún bloque regional que ponga en riesgo nuestra relación con Estados Unidos.

¿Buscaría usted la derogación de la Ley de Amnistía para procurar el castigo de los violadores de derechos humanos durante la guerra?

– No. Lo que necesitamos es una ley de reconciliación nacional. En eso deberíamos trabajar. Los juicios no son relevantes. Hemos tenido juicios y al final los transgresores andan libres. En el caso más emblemático, el de los sacerdotes jesuitas asesinados, los supuestos autores materiales quedaron exonerados y ya salieron.

El caso más emblemático parece ser el de su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén, a quien se acusa de haber ordenado la ejecución de más de 100 guerrilleros bajo su mando por razones disciplinarias.

– ¿Y quién lo ha demostrado? Se le señala porque era el primer responsable de las Fuerzas Populares de Liberación en momentos en que un comandante de segundo nivel llevó a cabo ejecuciones sumarias y cometió abusos de poder. Pero eso no significa que él, como primer responsable, lo haya tolerado y mucho menos estimulado esas prácticas.

¿Cuánta libertad tuvo para escoger a su compañero de fórmula?

– Yo mismo lo propuse. Entendí que si el candidato a la Presidencia era una figura de fuera del partido, el compañero de fórmula debía ser del partido. Sánchez Cerén era jefe de bancada del FMLN. Ahora me he ido encontrando que mi candidatura no es exógena. La militancia me aprecia como si fuera alguien de las filas partidarias. No ven la diferencia. Me visto de blanco (los ex guerrilleros visten de rojo en actos públicos) y no me exigen que me ponga una camiseta roja.

Pero usted en su momento fue crítico de la guerrilla y de sus abusos.

– Sí. Poco antes de la ofensiva final yo le plantee en una entrevista al comandante Joaquín Villalobos una pregunta similar a la que usted me hace. “¿No son conscientes del costo político y social que implica el esfuerzo militar que llevan a cabo?”. Yo criticaba sobre todo el uso de armamento casero, como los tepezcuintles, que eran bombas de fabricación doméstica, muy imprecisas, y que terminaban cayendo sobre casas particulares o sobre edificios y mataban a civiles. ¿Sabe qué me contestó Villalobos? “En la guerra no hay costos políticos”. Y ahora él es el principal detractor del FMLN.

El FMLN ha gobernado la capital salvadoreña en los últimos ocho años. Ahora corre riesgo de perder la Alcaldía. ¿Le preocupa esa derrota que podría afectar su candidatura?

– Su pregunta parte de un supuesto. Ninguna encuesta nos dice que esa derrota sea previsible. ¿Teme un fraude que le arrebate el triunfo?

– Hay irregularidades que nos hacen pensar que Arena no ha descartado la posibilidad de un fraude. Por ejemplo, la negativa a entregar el registro electoral para cotejar el número de votantes del padrón. Sólo en San Salvador hay dudas sobre la existencia de 70 mil votantes.

¿Qué propone para integrar mejor a El Salvador y Guatemala?

– Los dos países tenemos problemas comunes y creo haber logrado una buena amistad con el presidente Álvaro Colom. Hay química entre nosotros. Le apostamos a la integración real. Entre los dos países manejamos el 60 por ciento del comercio interregional centroamericano. Necesitamos un esfuerzo binacional para fortalecer nuestras instituciones.

Usted sufrió una tragedia personal reciente, la muerte de su hijo mayor en París, Francia. ¿Cómo lo ha cambiado este hecho?

– Mi hijo murió dos o tres días después que se hizo pública mi candidatura. Él estudiaba fotografía y quería volver al país para participar en la campaña, trabajar conmigo. A partir de su muerte, causada por un inmigrante argelino, se fortaleció mi convicción de la necesidad de ser sujeto de esos cambios.

1 comentario:

TEHUACÁN dijo...

Un saludo de Navidad para el señor administrador del blog "Acontecer Vicentino". Los contenidos de su blog los consideramos de mucha importancia y, naturalmente, le animamos a seguir con esa línea editorial.
San Vicente, necesita de personas lúcidas, que iluminen los caminos hacia consolidación de un sistema socio-político justo, solidario, abierto al diálogo. Poco a poco tenemos que ir superando la improvisación y los sistemas corruptos.
De parte de los administradores del blog TEHUACÁN sinceros deseos de paz en esta Navidad y un año lleno de prosperidad.