miércoles, 24 de septiembre de 2008

Los bancos locales y la crisis financiera de los Estados Unidos de América






Napoleón Mejía Custodio

Después de la quiebra del Lehman Brothers, uno de los principales bancos de los Estados Unidos de América, han aparecido en los medios de prensa del país diversas declaraciones de reconocidos economistas, quienes manifiestan que esas quiebras de empresas financieras de reconocido prestigio internacional, no afectarán en forma directa a la economía de El Salvador, no obstante que utilizamos el dólar como moneda de curso legal.Afirmaciones respetables, pero que pueden resultar no muy exactas, porque además de que la economía nuestra está dolarizada, la propiedad de los principales bancos del país pertenece a conglomerados financieros internacionales, los que seguramente se verán afectados por ese fenómeno económico; y como nuestra legislación bancaria permite que los banco locales saquen del país su capital social y cantidades ilimitadas de los ahorros del público, puede existir la tentación por parte de esa gran banca, de utilizar los depósitos de los salvadoreños para paliar un poco sus posibles necesidades de recursos monetarios o puede ocurrir que nuestros ahorros se encuentren invertidos en instrumentos financieros emitidos por instituciones financiera internacionales, en éstos momentos de alto riesgo, o afectadas por la crisis financiera internacional.De sobra es conocido que las leyes relacionadas con la actividad económica son la expresión de los intereses de los grandes empresarios, así tenemos que la Ley de Bancos, que entró en vigencia el octubre de 1999, misma que sustituyó a la Ley de Bancos y Financieras, entre sus principales diferencias con la última mencionada se encuentran las regulaciones que permiten que los bancos locales puedan colocar en el extranjero su capital social y además montos ilimitados de los ahorros del publico.El artículo que regula las inversiones que los bancos locales pueden tener en el exterior, es el 197 de la Ley de Bancos, norma legal que dice lo siguiente:a) Los créditos otorgados o adquiridos por los bancos para financiar a personas no residentes o para ser invertidos en el exterior, no pueden exceder del 150% de su fondo patrimonial. Como se comprenderá, con esta sola disposición, los bancos locales pueden sacar mucho más de lo que han invertido en acciones, sobre todo si se tiene en cuenta que el fondo patrimonial de un banco está constituido por el capital accionario, las utilidades retenidas, las reservas de capital y los revalúos de activos.b) No se incluyen en el límite del 150% del fondo patrimonial, los instrumentos financieros de la reserva de liquidez y los instrumentos financieros del extranjero que tengan una calificación de riesgo entre “AA” y BBB-.En conclusión, lo que están diciendo esos dos literales es que los bancos locales pueden colocar en el extranjero hasta el 150% de su fondo patrimonial, en préstamos; y que cuando se trate de instrumentos financieros con riesgo entre “AA” y BBB- no hay límite para la colocación, por consiguiente, los bancos locales, además de colocar todo su patrimonio en el extranjero, también pueden colocar fuera de nuestras fronteras una parte significativa de los ahorros de los salvadoreños.Pero la historia sigue, pues con las reformas a la Ley de Bancos para adecuarla a la Ley de Integración Monetaria, las cuales tienen vigencia a partir de enero de 2001, según el artículo 45 de la referida ley, la reserva de liquidez de los bancos puede colocarse en bancos del exterior de primera línea (de la categoría del Lehman Brothers). Esta reserva de liquidez alcanza alrededor de $1,800 millones. La reserva de liquidez no es más que un porcentaje de los depósitos que reciben los bancos. Actualmente esta reserva de liquidez los bancos privados la depositan en el Banco Central de Reserva y este a la vez la coloca en la banca internacional; pero depende de la voluntad de los banqueros colocarla en el extranjero por su propia cuenta, es más, ya existe la normativa técnica que regula las condiciones en que se puede colocar por parte de los bancos privados la reserva de liquidez en la banca internacional.Los conglomerados financieros internacionales, en condiciones normales, no necesitan de regulaciones que les permitan sacar su capital y los ahorros del público; quienes necesitaban de esas regulaciones fueron los banqueros locales porque tenían el interés de operar sus bancos al menos regionalmente, pero éstos ya vendieron sus bancos. En situación de crisis a lo mejor les resulta de utilidad a los conglomerados financieros internacionales, la facilidad que otorga la legislación bancaria nacional para sacar recursos monetarios al exterior.Ante esta situación, lo menos que debería hacer los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, es citar al Superintendente del Sistema Financiero para que de un informe sobre las colocaciones en el extranjero por parte de los bancos privados y del Banco Central de Reserva, a fin de que se tomen las medidas pertinentes, como reformar la Ley de Bancos para prohibir que los conglomerados financieros internacionales que operan en el país saquen los ahorros del publico y establecer una gradualidad para que retornen los que a la fecha hayan sacado. La adquisición de la propiedad accionaria de los bancos locales por parte de los conglomerados financieros internacionales, hace imperativo una reforma integral a la Ley de Bancos por razones como la antes comentadas. Además, entre las cosas que habría que cambiar está el sistema de seguro de depósitos, pues resulta difícil entender que El Salvador tiene una institución pública que se encarga de proteger los depósitos que se encuentran en poder de la banca internacional y no cuente con el mismo mecanismo para proteger los depósitos en poder de otras instituciones financieras nacionales; también habría que cambiar la prohibición para que las instituciones financieras de los salvadoreños inviertan en el extranjero, es decir, todo parece estar a favor de los conglomerados financieros internacionales y en contra de las pequeñas empresas financieras de los salvadoreños.

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